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Los tapices, igual que las pinturas y esculturas, fueron muy apreciados como obras de arte desde el Renacimiento hasta el siglo XIX, pues a su valor artístico suman el de servir como un excepcional objeto decorativo.
La colección de tapices de la corona española, es probable que sea una de las más importantes del mundo en su género, ya que además de contar con cuantiosas piezas y de constar de series temáticas completas, son de una excelente calidad plástica y de ejecución. Gran parte de los paños que conforman la actual colección de Patrimonio Nacional son de origen flamenco de los siglos XVI y XVII y en su mayoría proceden de manufacturas de Bruselas, debido a que fueron encargados por los monarcas españoles, dados los vínculos existentes, por entonces, entre España y Flandes. Los tapices fueron diseñados por los grandes pintores europeos y también su elaboración fue realizada por los más importantes tapiceros de la época. De ahí, que entre los más
valorados de la época se halle Gerardo Peemans (hacia 1660), maestro tapicero, que confeccionó diversos tapices entre los que encontramos los de las series dedicadas a Dido y Eneas y los de la denominada Historia de la Gran Zenobia y el emperador Aureliano, piezas algunas ya reproducidas en anteriores emisiones de sellos, a los que ahora se suma el de la presente emisión titulado Matrona y guerrero en una barca. Tapiz, como los anteriores mencionados, también elaborado en la manufactura de Bruselas por Gerardo Peemans, en seda y lana y que igualmente se localiza en la colección de Patrimonio Nacional del Palacio Real de Madrid. La hoja bloque reproduce al completo el tapiz donde aparece una matrona sentada en una barca y un guerrero que se marcha apoyándose en un bastón o lanza. La parte superior de este paño V está decorada con una cenefa en la que predominan motivos florales y el fondo presenta una abundante vegetación.
