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De estilo gótico flamígero, la Catedral de Oviedo está consagrada a San Salvador, patrón de la ciudad, y es conocida como Sancta Ovetensis por las numerosas reliquias que conserva en la Cámara Santa.
La construcción del templo comienza en el siglo XIV, tras haber sido demolidas las anteriores basílicas románicas y prerrománicas, y se prolonga hasta el XVIII, quedando patentes las distintas etapas de edificación. Tiene planta de cruz latina, con tres naves de distinta altura, crucero y girola.
La fachada principal de la Catedral presenta un pórtico decorado y dos torres, la de la izquierda no se llegó a terminar y se eleva únicamente hasta la altura de las naves de la iglesia. La torre de la derecha es de estilo gótico renacentista del siglo XVI. Dividida en cinco cuerpos, mide cerca de 80 metros y en sus ángulos se encuentran pináculos que van disminuyendo gradualmente hasta el último piso, de estilo renacentista y distinto de los demás. Termina en una aguja fina, calada y transparente.
El pórtico cuenta con tres puertas que dan acceso a la Catedral, siendo la del centro la mayor y más ornamentada. Todas sus jambas aparecen decoradas con peanas talladas para esculturas que nunca se llegaron a colocar y está coronada con un relieve de la Transfiguración. Tiene, a su vez, dos puertas gemelas de madera de nogal decoradas con las figuras del Salvador, Santa Eulalia de Mérida, otros bustos y medallones.
El interior del templo está cubierto con bóvedas de crucería y dispone de diversas capillas a su alrededor, como la de Santa Bárbara, Cristo de Velarde, Covadonga, del Rey Castro, de los vigiles y Santa Eulalia. En la Capilla Mayor se encuentra el Retablo, dividido en cinco cuerpos verticales que recogen pasajes de la vida, pasión muerte y resurrección de Jesucristo. En su estructura general predomina la corriente gótica y como tal se le cataloga pero también se advierte la corriente renacentista. Es considerado como uno de los mejores retablos góticos de España.
En la hoja bloque se reproduce el frente principal de la Catedral, con el pórtico y la esbelta torre. En el sello aparece la puerta central, con los arcos de distintos tamaños, el frontispicio y el parteluz.
