El granado (Punica granatum L.) es un arbusto o pequeño árbol (2–10 m de altura) caducifolio, espinoso y muy ramificado, con flores de 3-4 cm de longitud, de color escarlata y grandes frutos rojos dorados con una corteza coriácea y un cáliz persistente en forma de chimenea. Sus hojas, con una forma entre lanceoladas y obovadas, son de color verde brillante y se tiñen de rojo en otoño. Se trata de una de las dos únicas especies aceptadas hoy día que forman el género Punica, dentro de la familia Lythraceae.
Originario probablemente de la antigua región de Persia (actual Irán) se ha cultivado a lo largo de Oriente Medio y del Mediterráneo durante al menos los últimos cinco mil años.
Se han encontrado restos arqueológicos de semillas y trozos de cáscara de fruta en Jericó y Arad (Palestina), pertenecientes a la Edad de Bronce. De la granada, su característico fruto, también se han encontrado registros en tablas cuneiformes de Mesopotamia, así como en tumbas egipcias de la XII dinastía (1.970-1.800 a. C.)