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Las fiesta de las hogueras de san Juan del solsticio de verano en los Pirineos son un conjunto de celebraciones con orígenes ancestrales que tienen lugar cada año, la víspera de San Juan, en varios lugares de Andorra, Aragón, Cataluña, El valle de aran y occitania.
En 2015, 63 aldeas que celebraban esta tradición ancestral presentaron una nominación conjunta a la UNESCO, que la registró el 1 de diciembre de 2015 en la Lista representativa del patrimonio cultural inmaterial de la humanidad. Estos festivales, originalmente paganos (adoración del Sol) y luego cristianizados (San Juan Bautista), hoy en día se convierten en festivales colectivos y de socialización. Todavía conservan un aire mágico y simbólico, y dan testimonio de esta mezcla de creencias, costumbres y rituales. Los fuegos se preparan por días según los conocimientos tradicionales. Las llamas, con virtudes purificantes, vigorizantes y fertilizantes, esparcen su humo por las montañas, los campos, las aldeas y las personas que se reúnen allí.
El festival se convierte en un espacio cultural que, combinado con la celebración, también permite otros eventos relacionados con comidas, música y folklore. A la mañana siguiente, recogemos las brasas o cenizas de estos incendios y los llevamos a casa para proteger la casa durante todo el año.
